Capítulo 29

Hola, amigos:

Tengo tantas cosas que contaros que no sé por donde empezar y ni puedo, ni quiero dejar nada en el tintero, os lo voy a contar todo.

Ya no voy a esperar más a Marisa para hablaros del muerto de Tabarca, bueno, para intentar aclarar el misterio de su «asesinato», porque como sabéis, estoy segura de que lo fue. Marisa ha vuelto de Tailandia y ¡si quieres arroz Catalina!, ella también ha desaparecido, dice que hace mucho frio para venir y claro, el muerto sin hablar, que está muerto, muerto, y no se va a levantar y andar como Lázaro, máxime cuando ya no queda nada de él, pero un respeto, por favor. Así que lo pensé y aquí estoy, en Tabarca, pasando unos días de incógnito, alojada en una pequeña casa alquilada cerca de la plaza del pueblo. Hay días que hace mucho frío aquí en medio del mar Mediterráneo y sin poder volver a la península por la mala mar, es como si estuviera prisionera. Muchos días para pensar porque ni la tele ni el teléfono móvil funcionan bien y estoy en compañía sobre todo, de mi mente, y como el Universo es mental estoy con todo.
Lo de Marisa no lo entiendo, me refiero a que la policía cuando nos interrogó nos ordenó no salir, a mi de Alicante y a ella desde Madrid, donde trabaja, pero no nos quitaron los pasaportes, así que ella, ha recorrido medio mundo sin problema.
Siento que estoy cerca. Me dedico a hablar con los vecinos, los empadronados, y con algunos turistas que con extrañeza me tropiezo en la playa dándoles de comer a las gaviotas, para que me ayuden a entender lo sucedido y he encontrado a un lugareño al que le gusta hablar, Manuel, que aunque todavía joven, ha escuchado viejas historias, o leyendas de sus antepasados y son muy interesantes. Pero para mí no son suficientes, me falta, tener más datos, como por ejemplo el domicilio de la sobrina del cura. Al nuevo cura también lo tengo fichado y cuando me ve me da la sensación de que me elude, ¿será solo figuraciones mías? ¿O será que está hasta las narices de mi?, que también podría ser porque pesada, lo reconozco, soy un rato.
He conseguido el domicilio de los sobrinos del cura asesinado, viven en Alicante, cuando vuelva los visitaré, quizá pueda descubrir alguna pista.

Os doy una gran noticia. ¡Pantaleón ha vuelto!, hace mucho frio me comenta y en Benidorm ya no hay tanto trabajo y yo que me venía a Tabarca me ha dado pena y le he dejado las llaves de mi casa para que no duerma en la escalera. Así, me cuida la casa de intrusos y okupas. Leo, se marchó, yo creo que Pantaleón habló con él y un día lo vi bajar por las escaleras sin ni siquiera saludarme. Hay que ver qué poco agradecidas son algunas personas, da igual que sean extranjeros o no. Pantaleón me dijo que a Leo le habían llamado desde Cuba y que tenia que volver urgente por un problema familiar grave. No lo entiendo, creía que había pedido asilo político y en ese caso, o se lo han denegado o no era cierto, porque ,de ser así, no podría volver a Cuba me imagino. Le pregunté a Leo, pero esquivó la pregunta y a mí como me da igual, pues que vaya con Dios, le deseo mucha suerte en la vida, aunque creo que debería cambiar un poco su actitud con los demás. Nunca sabré qué pasó. Punto en boca.
Lo importante es que Pantaleón me está guardando la casa. A la vuelta le preguntaré cómo va su solicitud de asilo por un problema que tuvo en las montañas de Colombia con las FARQ, se me hace todo muy complejo, muy político y yo de esas cosas no entiendo. Yo creo en las buenas o malas acciones, pero Panta se ve un chico bueno.

La Conga la tengo castigada, hace muchos días que no la pongo a trabajar, la he dejado con Panta mientras investigo en Tabarca. Por una parte me da pena porque cuando he pasado una mala temporada, la Conga ha cumplido con su trabajo muy bien. Le he dejado a Panta encargado de que lea en voz alta hasta que yo vuelva. A ver qué me encuentro a la vuelta.

Y a la vuelta os contaré.

Frase del día: QUIEN NUNCA HA AMADO, JAMÁS HABRÁ VIVIDO.

Sigo con la vida y os voy contando.

Hasta pronto, amigos.