Capítulo 38

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Hola, amigos:

En todos los periódicos nacionales y locales aparece la mención del asesinato de El Campello que os comenté en mi capitulo anterior. Y también mencionan que el apartamento estaba ocupado por unas «turistas», Jaja, unas turistas, alicantinas…, crucemos un tupido velo en este punto. La policía no quiere colaborar conmigo y no lo entiendo, máxime cuando conocen mi historial detectivesco solventando asesinatos aquí y allá. Ya se darán cuenta, lo malo es que cuando lo hagan, igual es tarde. Así que sigo investigando por mi cuenta, ya os contaré.

Otra cosa: Sobre «Las estafas del Amor»
Llevo tiempo viendo en la tele cómo señoras y señores caen en las trampas del amor a través de las redes. Aparecen casi siempre apuestos señores, viudos, muchas veces neurocirujanos con foto del señor en cuestión en bata blanca, fonendo al cuello y con una sonrisa arrebatadora, diciéndoles que han sufrido mucho, perdido a su pareja en accidente de tráfico, cáncer o qué se yo, y quedándose a cargo de algún difícil niño adolescente. En otras ocasiones han sido actores conocidos o algún príncipe árabe incluso que resultan estar felizmente casados comprobable a través de las mismas redes. Con sus astucias y argumentos muy bien estudiados estafan con las promesas del amor a las personas que identifican como solitarias, y ahí despliegan todas sus artimañas. Una lástima que no se puedan localizar a estos estafadores puesto que las redes sociales son, todavía, territorio comanche sin control.

En cuanto a mí, también intentaron hacerme lo mismo. Él era asesor financiero, americano, de Carolina del Norte pero estaba en el Norte de Suecia, una ciudad que busqué y que existía, investigando una empresa para emitir Informe de no sé qué. Viudo, con un hijo adolescente que primero estaba en Carolina del Norte y luego resultó, según él, que vivía en Londres. Su mujer fallecida en accidente de tráfico hacía varios años y él «pobrecito», se encontraba muy solo y no tenia tiempo de buscar otra pareja. Y, ¡zas! encontró mi foto y se enamoró… (suenan las campanas).
En ningún momento me creí esta historia pero le seguí el juego para ver hasta donde llegaba y así, me iba diciendo, tuvo que viajar a Manila (Filipinas) de forma urgente, y, ¿qué pasó? pues que allí le robaron, ordenador, dinero, tarjetas, documentación, etc. y me pidió dos mil dólares para salir del atolladero con la promesa inmediata de devolverlos. A mis preguntas sobre sus amigos o familia me dijo que no los podía localizar y que solo le podía hacer la transferencia a través de Western Unión. Insistí en un número de cuenta para no pagar comisiones altas, pero no hubo forma, solo me dio una dirección en Londres para mandarlo mejor a su hijo que comprobé y resultó ser un restaurante chino (sin tarjetas y sin identificación ¿cómo podría sacar el dinero desde Filipinas?) y allí se quedó nuestro Amor. Solo quería saber su número de cuenta para poner una denuncia con los máximos detalles porque con lo que tenía poco se podía hacer No obstante lo denuncié a través de las redes y rellené una denuncia en Estados Unidos para este tipo de estafas.
Después de este «fallido» amor, vinieron otros, a los que cuando ya nos hemos intercambiado datos (los de ellos siempre son los mismos o parecidos) y cuando llega el turno de decirles mi profesión siempre les digo que soy Policía y trabajo en el departamento de delitos Informáticos en las redes… y no sé por qué, desaparecen sin dejar rastro… jajajaja. Era super divertido.
Han pasado años y siguen llegando propuestas que a día de hoy ya no contesto y borro sin piedad sus contactos.

Y eso es todo por hoy. Os seguiré contando las peripecias que han llenado mi vida pasada y presente. Ahora me voy a la playa a ver si me encuentro alguna medusa o «meduso», jajajaja.

Frase del día: EL ÉXITO NO LLEGA MIENTRAS ESPERAS.

Hasta pronto amigos.

Sigo con la vida y os voy contando.

2 pensamientos en “Capítulo 38

  1. Que peligro tienen los estafadores del amor con una investigadora bastante avanzada y con buena perspicacia. Mejor tenerlos alejados… Disfrutar de la playa y de la vida….

    1. Pues sí, eso hago amiga, y eso también harás tú en breve, solo disfrutar de familia, amigos, de la vida y… sin trabajar, yujuuuu, eso es lo más de lo más. Muuuuuas.

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