Hoy, he decidido mirar la vida con ojos de sueños. Firmada la papelería notarial de la familia, mi vida va a cambiar positivamente a corto plazo.
Bueno, la verdad es que a mi me cuesta poco mirar la vida así, la positividad y la alegría son mi escudo compañero ante la vida.
El cambio vendrá de la mano de la mudanza a la nueva casa en otro barrio, de mis colaboraciones literarias, de mi nuevo horario laboral. Muchas cosas buenas para mi vida.
Hablo con los sueños que se me aparecen en las esquinas que no reflejan su sombra en la pared y a veces me sobresalto por sus apariciones imprevistas y silenciosas.
Cuando me repongo del susto, que suele ser rápido, me crezco y le acribillo a preguntas. El sueño de turno se aturde e intenta desaparecer sin conseguirlo. He desarrollado un sexto sentido con los sueños, porque tengo tantos que siempre encuentro a varios a mi alrededor.
Algunos se quedan conmigo hasta que consigo realizarlos, otros desaparecen porque son sueños inalcanzables, aunque a ninguno considero imposible. Bueno, volar por las estrellas igual ahora me resulte un poco incómodo, pero nunca se sabe, yo apuesto por visitar a las estrellas de vez en cuando para cargarme de energía.
Creo que por hoy voy a terminar de pensar porque voy a seguir soñando y cumpliendo sueños.
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