Como siempre, el mercado a la hora punta del sábado estaba abarrotado, pero también es el día que traen más variedad y cantidad de marisco y allí estaba yo, dispuesta a darlo todo, para preparar una cena para mis amigos. Cumplía treinta y cinco años y había invitado a unos compañeros de trabajo a tomar…Continuar leyendo «UNA DE GAMBAS»